www.som360.org/es
Todas las respuestas
- ¿Qué es lo más difícil de la vuelta a la rutina?
- ¿Qué puedo esperar de la vuelta a la rutina? ¿Todo será igual que antes? ¿Cómo gestiono las expectativas?
- ¿Cómo debo explicar mi ausencia temporal en el trabajo? ¿Tengo que decir que he tenido un brote psicótico?
- Cuando vuelva a ir a clase, ¿Qué debo explicar a mis profesores? ¿Y a mis compañeros?
- ¿Hay algunas actividades que se recomienda no hacer después de un episodio psicótico?
- ¿Hay alguna actividad que ayude a prevenir nuevos episodios psicóticos?
- ¿Hasta qué punto es importante mantener una rutina diaria?
- ¿Cómo debe actuar la familia en la vuelta a la rutina después de un episodio psicótico?
- En la adolescencia y la juventud, ¿Qué papel tienen o cómo pueden ayudar las amistades?
- En el entorno educativo, ¿es necesario hacer adaptaciones para las personas que se reincorporan después de un episodio psicótico?
- ¿Cómo pueden detectar los profesores la repetición de un episodio psicótico?
- ¿Es bueno explicar a las nuevas personas que conozca que tengo un trastorno psicótico?
- ¿Cómo recuperar la confianza en uno mismo?
- ¿Cómo puede ayudar el entorno a recuperar esta confianza?
- ¿Cómo saber si la persona vuelve a estar mal o cómo podemos prevenir una recaída?
- En el mundo laboral, ¿en qué afecta el tener un trastorno psicótico en el desempeño de la persona?
- Como empresa, ¿Qué debemos saber y cómo acompañar a una persona que ha salido de un ingreso?
- Si después del episodio psicótico no me siento del todo segura de retomar todas mis actividades habituales, ¿Dónde pueden ayudarme a seguir activa y recuperar mi ritmo diario?
- Si después del brote no puedo seguir trabajando, ¿Qué otras actividades me pueden ayudar a seguir activo?
¿Qué es lo más difícil de la vuelta a la rutina?
Tras un episodio psicótico, hay algunos aspectos que hacen que la vuelta a la rutina no sea fácil:
- Gran parte de la medicación antipsicótica tiene efectos secundarios (ralentiza el pensamiento, aplana emocionalmente, baja la libido, etc.), cosa que tampoco facilita la vuelta a la rutina con normalidad.
- Además, te puedes sentir mal por actos, palabras o incluso pensamientos desarrollados durante el brote que dificultan volver a relacionarse con las personas que tuvimos cerca durante la crisis.
- Una vez la persona está diagnosticada, toca enfrentarse contra el estigma social y trabajar el autoestigma, es decir, que no nos creamos nosotras mismas los estereotipos que recaen sobre la salud mental (peligrosidad, incompetencia, inconstancia, impulsividad, etc.) sintiendo vergüenza, culpa, compadeciéndonos o autolimitándonos.
Estás viendo:
Carla López Alcázar
Psicopedagoga - Docente. Hospital de Día de Adolescentes de Granollers
Departament d'Educació. Generalitat de Catalunya
Maria Aran Herrera
Activista en salud mental. Coordinadora de proyectos
Federació Catalana d'Entitats de Salut Mental en 1ª Persona – VEUS