www.som360.org/es
Paola
Persona con experiencia en trastorno de dependencia emocional

«No sé quién soy sin ti; eres mi razón de vivir»

Chica alejándose de alguien

Mi nombre es Paola, tengo 21 años y me gustaría explicar cómo superé mi problema de dependencia emocional. Hace algunos años, cuando tenía 17 años, me encontraba atrapada en una situación de dependencia emocional hacia mi pareja, que parecía irrompible. Mi vida giraba en torno a él, a sus necesidades, y siempre esperaba y necesitaba su aprobación antes de tomar una decisión, por muy fácil que esta fuese. Mi felicidad dependía completamente de su presencia en mi vida y me sentía perdida sin él y sin su consejo. El trato de él hacia mí no era cariñoso, casi siempre estaba enfadado conmigo, criticaba mi forma de vestir o de actuar, lo que me creaba mucha inseguridad.

Al principio, nuestra relación era genial, llena de amor y conexión. Pero poco a poco, esa conexión se convirtió en una obsesión por mi parte. Cada vez que él se alejaba o expresaba su deseo de pasar tiempo solo o con sus amigos, yo me mostraba celosa y me ponía triste. Solo podía pensar en lo que podría estar haciendo sin mí, si me seguía amando o si había algo que yo estaba haciendo mal. La ansiedad se apoderaba de mí cada vez que no estaba a mi lado. Necesitaba llamarlo, saber qué estaba haciendo, con quién hablaba, con quién reía, etc. Para mí, él se había convertido en el centro de mi atención, y me alejé de mi familia y de mis amigos.

Buscar ayuda, el primer paso hacia la recuperación

Fue un buen amigo mío quien hizo darme cuenta de lo que pasaba y pude contar con su apoyo, y también con el de otros amigos y familiares. Al principio, fue difícil admitir que tenía un problema y que necesitaba ayuda. Pedí cita en el centro AIS Pro-Juventud, y ese fue el primer paso hacia mi recuperación.

La terapia psicológica se convirtió en mi refugio. Aprendí a entender mi forma de pensar y a trabajar en mejorar mi autoestima. Poco a poco, comencé a reconstruir mi vida fuera de la sombra de mi pareja. Empecé a redescubrir mis pasiones, a hacer nuevos amigos y a reconectar con viejos intereses que había dejado de lado.

Mi felicidad dependía completamente de su presencia en mi vida y me sentía perdida sin él y sin su consejo.

El camino hacia la recuperación no fue fácil. Hubo recaídas, momentos de debilidad y dolorosas despedidas. Pero cada obstáculo me hizo más fuerte. Aprendí a amarme y a entender que mi felicidad no dependía de nadie más que de mí misma. Aprendí a valorar mis propias necesidades y a establecer límites saludables en mis relaciones.

Hoy, puedo decir que, después de un año de tratamiento (individual y en grupo), he superado mi dependencia emocional. Estoy estudiando en la universidad, tengo una nueva pareja con la que tengo una relación saludable, basada en el respeto mutuo y la independencia personal y emocional. Pero lo más importante es que mi relación conmigo misma es más fuerte y sana, que nunca. Me siento completa, segura y capaz de enfrentar cualquier desafío que la vida me presente.

 

Para saber más sobre dependencia emocional:

García, A., de la Villa Moral, M., Cuetos, G. & Sirvent, C. (2017). Violencia en el noviazgo, dependencia emocional y autoestima en adolescentes y jóvenes españoles. Revista Iberoamericana de Psicología y Salud, 8(2). 

Gil, H. L., Alba, L. C., Sosa, Y.; Gutiérrez, A. E. La dependencia emocional: un problema de la psicología y otras ciencias humanísticas. (2021) Edumecentro, 13(2): 269-286.

 

Este contenido no sustituye la labor de los equipos profesionales de la salud. Si piensas que necesitas ayuda, consulta con tu profesional de referencia.
Publicación: 7 de Noviembre de 2023
Última modificación: 7 de Noviembre de 2023