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Artículo

Impacto del TDAH en el rendimiento académico universitario

Relación con las notas bajas, las dificultades de adaptación y el abandono de los estudios
María Andreu Pascual

Dra. María Andreu Pascual

Psiquiatra. Unidad de hospitalización de agudos y Programa MIND Escoles. Servicio de salud mental infantojuvenil.
Hospital Sant Joan de Déu Barcelona
Èlia Pagespetit

Èlia Pagespetit Feliu

Neuropsicóloga. Programa MIND Escoles. Área de Salud Mental.
Hospital Sant Joan de Déu Barcelona
Aula universitaria con alumnos.

El trastorno por déficit de atención e hiperactividad (TDAH) es un trastorno del neurodesarrollo que se caracteriza por déficit de atención, hiperactividad e impulsividad. Como se trata de un trastorno del neurodesarrollo, está presente desde la infancia, y se suele diagnosticar durante la infancia y la adolescencia. Aun así, a veces el diagnóstico no se hace hasta la edad adulta, especialmente entre los adultos jóvenes, como es el caso de los estudiantes universitarios.

Hay pocos estudios sobre el TDAH en población universitaria, pero la prevalencia del TDAH en adultos, entre los que se encuentran los estudiantes universitarios, se sitúa alrededor del 4-5% (Song et al., 2021). Esta cifra no es tan precisa como en etapas educativas anteriores, puesto que los estudiantes universitarios no siempre informan de sus diagnósticos en los centros educativos donde estudian y la mayoría de estudios realizados en esta población se basan solo en escalas de sintomatología (Weibel et al., 2020). A pesar de esto, los servicios de apoyo académico universitarios indican que aproximadamente el 25% de los estudiantes que reciben apoyo académico lo hacen por dificultades asociadas al TDAH (Nelson et al., 2015) y hay que tener en cuenta que el número de estudiantes que pide estos servicios aumenta cada año (Adachi et al., 2020).

El 25% de los estudiantes que reciben apoyo académico lo hacen por dificultades asociadas al TDAH, y el número de estudiantes que pide estos servicios aumenta cada año.

La expresión de los síntomas del TDAH cambia durante la adolescencia y, por este motivo, los criterios para el diagnóstico, según el Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales (DSM-5), también cambian a partir de los diecisiete años, y solo se requieren cinco síntomas para hacer un diagnóstico de TDAH en lugar de seis, como pasa con la población infantil. Por otro lado, la expresión de la hiperactividad cambia durante la etapa adulta, y los síntomas de hiperactividad se reducen, primando los de déficit de atención (Sibley et al., 2022). La hiperactividad se manifiesta más a menudo como inquietud interna, irritabilidad y ciertas dificultades en las relaciones interpersonales. Así, los síntomas de déficit de atención pueden pasar desapercibidos por síntomas de ansiedad o bien como dificultades organizativas para la vida diaria o dificultades en el rendimiento académico o profesional. A veces, el hecho de no reconocer los síntomas o que la persona disponga de herramientas de compensación adquiridas a lo largo de la vida puede comportar un diagnóstico erróneo o bien el retraso del diagnóstico (Weibel et al., 2020).

El día a día con TDAH

El día a día con TDAH

Afectación del TDAH en la adaptación a la universidad  

A pesar de que los síntomas del TDAH se modifican con la edad, las personas afectadas pueden experimentar dificultades académicas, sociales y laborales a lo largo de la vida. Los estudios sobre el rendimiento académico de los estudiantes universitarios con TDAH son limitados, pero se ha observado que estos estudiantes presentan de media peores notas que el resto de compañeros (Arnold et al., 2020; Daffner et al., 2022), y que el déficit de atención, como pasa en población infantil, es el síntoma que está más relacionado con un rendimiento académico bajo. Por otro lado, la hiperactividad y la impulsividad se relacionan más con aspectos sociales y de comportamiento (Sedgwich-Müller et al., 2022; Tan et al., 2022).

Los estudiantes universitarios con TDAH presentan de media peores notas que el resto de compañeros, y el déficit de atención es el síntoma que está más relacionado con un rendimiento académico bajo.

El inicio de los estudios universitarios es una etapa que comporta una serie de cambios vitales. Los jóvenes tienen que convertirse en aprendices independientes en un entorno menos estructurado que la educación obligatoria, con menos supervisión por parte del profesorado y de los familiares y, además, a menudo dejan de vivir con la familia para ir a estudiar fuera, a veces en otras ciudades. Esta transición hacia la independencia requiere cierto nivel de organización y autorregulación, y, para estudiantes con TDAH, esto puede ser especialmente difícil y puede afectar su adaptación e integración académica y resentirse en su entorno social y familiar y en su rendimiento académico (Canu et al., 2021).

Un rendimiento académico bajo puede conducir al abandono de los estudios universitarios (Canu et al., 2021; Stevens et al., 2022), y el hecho de no acabar la carrera u otros programas de educación superior que se estén cursando puede limitar el acceso a oportunidades laborales y contribuir así a un ciclo de desventajas socioeconómicas.  

Fracaso escolar

TDAH, bajo rendimiento y fracaso escolar

Por otro lado, también se ha observado que los estudiantes con TDAH suelen presentar una autoestima más baja, más síntomas de ansiedad y depresión (Döpfner et al., 2021) y más dificultados en habilidades sociales y en el control de la conducta, hecho que aumenta la probabilidad de abuso de sustancias y adicciones (Sedgwick et al., 2018; Stevens et al., 2022).

Por lo tanto, resulta de vital importancia el diagnóstico de este trastorno durante la infancia, para poder iniciar el tratamiento correspondiente y prevenir otras dificultades posteriores como las dificultades académicas y el abandono de los estudios.