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Conducta autolesiva

La autolesión no suicida (ANS) se define como la destrucción directa y deliberada del propio tejido corporal sin intención letal. Después de décadas en las que ha habido un aumento progresivo de la incidencia de las autolesiones no suicidas entre personas adolescentes y adultas jóvenes, y de un interés científico creciendo sobre este tema, el trastorno ha sido incluido en la quinta edición del Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales (DSM-5), como un problema que requiere atención clínica cuando cumple los criterios de gravedad establecidos. 

Aun así, estas conductas no siempre se producen en el contexto de un trastorno mental, y no siempre requieren atención clínica, ya que cada vez más se observan en la población general y, en muchos casos, se puede intervenir desde un ámbito no especializado en salud mental. De hecho, en las últimas décadas, ha habido un aumento de las autolesiones en chicos y chicas sin ningún diagnóstico en salud mental, como una manera de expresar su malestar

A continuación, repasaremos las diferencias entre las autolesiones esporádicas y el trastorno de conductas autolesivas; las señales de alarma; los factores desencadenantes, de mantenimiento y protectores; y las estrategias que hay que seguir cuando se producen: cuándo y a quién podemos pedir ayuda.