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Anna Rigat Cererols. Psicóloga y pedagoga. Escola Pia de Olot y Escola Pia de Salt. Autora del cuento infantil Resi, supervivent

«Si el cuento sirve para prevenir un solo abuso sexual, ya habrá valido la pena»

Mònica Fidelis Pérez de Tudela
Mònica Fidelis Pérez de Tudela
Periodista. Project Manager
SOM Salud Mental 360
Anna Rigat llibre

 ¿Por qué escribir un cuento para prevenir el maltrato infantil?

«Este proyecto nace del deseo de poder tener más recursos para prevenir los abusos sexuales y el maltrato infantil. Aunque no soy una especialista en este campo, hace unos años publiqué con Antoni Talarn y Francesc Sáinz el libro Relaciones, vivencias y psicopatología: Las bases relacionales del sufrimiento mental excesivo, que hablaba en parte de estas relaciones y explicábamos cómo, por desgracia, hay niños y adolescentes que viven en un maltrato constante, en situaciones familiares inadecuadas que pueden alterar su desarrollo psíquico y ser más vulnerables a tener un trastorno de salud mental y otras dificultades.

La idea, al final, era tener un recurso para instaurar una educación afectivo-sexual fundamental desde el inicio de la escolarización y con continuidad. Solo que el cuento sirva para prevenir un solo abuso sexual, ya habrá valido la pena. En las escuelas hablamos muchas veces de la detección precoz en este y otros temas, pero debemos poner también la mirada en la prevención primaria».

¿Qué conceptos eran importantes tocar en esta historia para que el niño entienda conceptos tan complejos como el respeto o los límites?

«Cuando me plantee este cuento tenía claro que no quería hacer ni una historia terrorífica, como son la mayoría de cuentos infantiles clásicos, ni un libro del estilo “mi cuerpo es mío”, que están muy bien, pero más que cuentos son clases magistrales para enseñar conceptos como las partes íntimas. Lo que he querido es representar de forma metafórica un abuso u otro tipo de maltrato, en función también de la edad madurativa del niño, que identificará cosas diferentes según su edad. Por ejemplo, hice alguna sesión de rol playing con niños de P4. Ellos entendían que hay un personaje malo, que es el pájaro carpintero, y un personaje bueno, que es el árbol. Identificaban perfectamente que el pájaro carpintero no respetaba al árbol y la idea de que debemos poner un límite a cosas que no nos gustan, que podemos decir: “no”,” basta”, “no me gusta”, y que podemos pedir ayuda.

Los cimientos en la etapa infantil son más genéricos, aunque se debería empezar a no obviar aspectos físicos. Si podemos hablar a los niños de los ojos, las orejas o los pies, ¿por qué no vamos a poder hablar de la vulva o el pene? Se trata de aspectos anatómicos que se siguen silenciando».

¿Puede un cuento hacer aflorar emociones y situaciones de maltrato en un niño pequeño?

«Sí, por supuesto. Los niños conectan con sus sentimientos y con lo que les pasa a través de la identificación que hacen con los personajes de la historia. Pueden aflorar situaciones que ellos no han podido procesar porque su cerebro está, de alguna manera, en “construcción”. En función del momento, ese niño o niña se puede identificar con el personaje fuerte o el débil, puede sentir alegría, tristeza, miedo, confusión, dolor… Además, puede sentirlo con una cierta distancia y ello les facilita ir elaborando sus inquietudes, sus miedos y fortalezas».

¿La prevención del maltrato y los abusos sexuales se trabaja desde las escuelas?

«La educación emocional se trabaja ya desde los primeros años de educación primaria, abordando temas como la empatía, las relaciones con el otro, los sentimientos, etc., pero en relación a los abusos sexuales creo que, al ser un problema estructural de la sociedad, todavía es un tema muy silenciado. Miramos hacia otro lado, como si no existiera el problema.

En los primeros años de la educación infantil y primaria es un trabajo que se trabaja de forma transversal, pero cuando el currículum educativo empieza a apretar ya es muy difícil encontrar espacios para hablar de estos temas, para tener tutorías personalizadas, para vernos asiduamente con las familias... Lo intentamos, pero todo se complica más y depende también de la función que tiene cada uno en el engranaje. Uno de mis objetivos es trabajar en herramientas que ayuden a encontrar este equilibrio entre el aspecto curricular y el emocional, que va a acompañar a los chicos a lo largo de la vida.

Pienso que sería necesario una reflexión y un trabajo a nivel comunitario y social para dar a este tema la importancia que se merece. Formar e informar a los niños ayuda a poder prevenir los abusos sexuales, así que las personas adultas tenemos una gran responsabilidad».

Uno de los mitos que rodea la maltrato es que el físico es más dañino que el emocional o la negligencia en el cuidado de los niños. ¿Qué podemos hacer para empezar a desterrar este mito?

«Supongo que una de las primeras cosas es dar al maltrato emocional o a la negligencia el sitio que realmente le corresponde. Muchas veces, de forma inconsciente, minimizamos situaciones. En la escuela, por ejemplo, respondemos con mucha claridad cuando hay una situación de agresión física, pero no sucede igual con otras situaciones que pueden esconder cierto maltrato emocional. Si cambiamos esta actitud también les estamos enseñando a los niños la importancia del maltrato relacional.

Cuando trabajamos temas de bullying, por ejemplo, los niños tienen claro qué significa el maltrato físico y el verbal, pero del relacional les cuesta mucho hablar y, como son situaciones más sutiles, desarman un poco a la persona que lo recibe. Está claro que el maltrato físico es el más visible, pero todos los maltratos nos pueden “romper”, bien sea físicamente o psicológicamente».

El libro incluye una guía didáctica para los adultos que rodean al niño ¿funciona igual sea cual sea el entorno?

«La guía describe a los tres protagonistas y lo que representan. Basándonos en la psicología dinámica infantil de los proyectivos, el árbol, que representa al niño, tiene varias partes: el tronco representa el cuerpo y la copa la mente. El hecho de que el pájaro carpintero, que es el presunto abusador, vaya perforando el tronco representa este ataque al cuerpo del niño.

Incluimos una serie de preguntas que pretenden ayudar a reflexionar en relación a lo que sucede en la historia, a que el niño tome conciencia de lo que hacen los diferentes personajes y lo que él o ella haría. Creo que hablar del tema ayuda a ambos, a los niños y a las personas adultas, porque pueden compartir una temática tan silenciada y que, a veces, es difícil de enfocar de una forma relativamente tranquila.

En relación al uso que se le puede dar según el entorno, claramente será diferente. En la escuela, si explicamos el cuento en un grupo de clase, puede servir para ver lo que saben o no los niños, hacer un poco de análisis de la situación, hablar en genérico de lo que está bien o no. La dinámica en casa es diferente, es más íntima y con más confianza, con lo que se puede profundizar más. El niño estará probablemente más relajado y con menos miedo de poder compartir lo que siente. En ámbitos profesionales, en cambio, hay que ser muy prudente y sensible si se utiliza para ver la reacción de niños o niñas sobre los que haya sospecha de ser víctimas de abusos, hay que dar espacio, sin forzar».

Este contenido no sustituye la labor de los equipos profesionales de la salud. Si piensas que necesitas ayuda, consulta con tu profesional de referencia.
Publicación: 15 de Junio de 2022
Última modificación: 1 de Junio de 2023

Según datos de Save the Children, más del 25% de los niños y niñas en España han sido víctimas de maltrato por parte de sus padres, madres o cuidadores principales y menos del 10% de los casos se llega a denunciar. En el caso de abusos sexuales, la Fundación Anar desveló en febrero de 2021 un aumento de casos atendidos del 20,5% en los últimos cinco años, especialmente en niñas con una edad media de 11 años.

El maltrato y abusos ejercidos contra los niños son especialmente difíciles de detectar, especialmente en niños muy pequeños que tienen dificultades para verbalizar emociones o situaciones o no son conscientes de la gravedad de los hechos. Pensando en esos niños más pequeños, Anna Rigat acaba de publicar el cuento Resi, supervivent (Editorial Claret), disponible en catalán y con ilustraciones de Tavi Algueró; una herramienta que incluye una guía didáctica para los adultos con la que pueden ayudar a los niños a hablar de límites, del respeto, de la alegría, de la tristeza, la confusión, la rabia, las inseguridades, y ayudar así a desarrollar unas buenas competencias emocionales. El cuento se presenta como una herramienta que puede ayudar a prevenir y detectar los abusos sexuales y el maltrato infantil.