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Señales de alarma en la adicción a los videojuegos

Promover actitudes y hábitos saludables en el entorno familiar ayuda en la prevención
Josep Lluís Matalí Costa
Josep Lluís Matalí Costa
Jefe de Sección de Psicología y Consultas Externas. Unidad de Conductas Adictivas
Hospital Sant Joan de Déu Barcelona
Elena Flores Márquez
Elena Flores Márquez
Psicóloga clínica. Unidad de Conductas Adictivas del Adolescente. Área de Salud Mental
Hospital Sant Joan de Déu Barcelona
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Las adicciones comportamentales se definen como la pérdida de control sobre una conducta que genera la aparición de consecuencias adversas y un fracaso en la resistencia al impulso de realizar un acto perjudicial.

Además, la realización de estas conductas genera una disminución de la ansiedad o una sensación de euforia, generando una elevada interferencia en todas las esferas de la vida cotidiana de la persona.

Como sucede en la adicción a las sustancias, los jóvenes que muestran adicciones comportamentales y, en concreto, relacionadas con las pantallas, pueden experimentar una necesidad cada vez más fuerte de realizar la conducta adictiva, mostrando más frecuencia o duración de la misma y síndrome de abstinencia ante la privación, caracterizado por malestar como la tristeza, la irritabilidad y la inquietud física.

Según la encuesta sobre el uso de drogas en la enseñanza secundaria en España, ESTUDES 2018, la prevalencia de uso compulsivo de Internet entre los estudiantes de 14 a 18 años es del 20%, siendo un poco más elevado en el caso de las chicas (23,4%) que los chicos (16,4%). En los últimos años, la tendencia de esta prevalencia era estabilizarse, pero parece esperable que, con los cambios sociales surgidos por la pandemia de la COVID-19, la situación pueda cambiar.

Señales de alarma en la adicción a los videojuegos

Las señales de alarma son todos aquellos indicadores de falta de normalidad, que pueden evidenciarse en algunos de los siguientes puntos. Deben presentarse de manera recurrente y sostenida en el tiempo:

  • Patrón de sueño alterado. Por ejemplo, se queda conectado por las noches, se acuesta tarde y le cuesta mucho levantarse al día siguiente.
  • Patrón del hambre alterado: come rápido y mal para ganar tiempo e, incluso, puede llegar a saltarse alguna comida.
  • Menor atención por la higiene, teniendo que recordarle pautas de higiene básica que antes realizaba de forma habitual, como lavarse los dientes, ducharse o cambiarse de ropa.
  • Dejadez en aspectos importantes de su vida motivada por el aumento de tiempo ocupado con las pantallas.
  • Cambio de estilo en el ocio, cambio de intereses o de entorno.
  • Irritabilidad, especialmente cuando no puede realizar la conducta adictiva.
  • Estado de ánimo oscilante con tendencia a la tristeza, se muestra poco comunicativo, cerrado en su mundo y le molesta que le preguntes cosas sobre su día a día.
  • Rendimiento académico alterado, absentismo, incremento de las notificaciones de actitud poco colaboradora o reprobatoria, aumento de suspensos y expulsiones de clase.
  • Empieza a realizar hurtos, generalmente pequeñas cantidades de dinero y, especialmente, a la familia más cercana.

Cómo prevenir una adicción a los videojuegos o a Internet

La prevención pasa por promover actitudes y hábitos saludables en las diferentes áreas de la vida de nuestros hijos e hijas, y esto empieza por revisar nuestro funcionamiento como referentes.

A continuación, exponemos algunas recomendaciones básicas:

  1. Somos modelos: los niños y niñas aprenden, principalmente, por imitación. Haz un uso responsable de las tecnologías de la información, comunícate, que te vean disfrutar de otras actividades.
  2. Establece normas claras para regular el uso de las pantallas en función de la edad. Delimita un horario, escoge contenidos apropiados, utiliza filtros de control parental. Si se implica a toda la familia en la creación de normas, ayudará a mejorar el autocontrol y la corresponsabilidad.
  3. Tiempo en familia: promueve tiempo de ocio sin pantallas. Mejorará la cohesión familiar y supone un factor protector de salud general (actividad física, cultural o social)
  4. Alfabetización digital: mantente al día de las tecnologías de la información, te acercará a tus hijos e hijas, conocerás mejor los riesgos y las potencialidades y les podrás acompañar mejor en su uso (protección de datos, responsabilidad y respecto en las redes sociales).
  5. Fomenta el diálogo y el espíritu crítico, les ayudará a tomar decisiones más acertadas y a compartir las dudas o problemas que puedan surgir.
  6. Una rápida detección de que «alguna cosa va mal» ayudará a parar la espiral negativa y a reconducir la situación. Si detectas señales de alarma, pide asesoramiento en la escuela, en el centro de atención primaria o en un centro especializado.

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Este contenido no sustituye la labor de los equipos profesionales de la salud. Si piensas que necesitas ayuda, consulta con tu profesional de referencia.
Publicación: 23 de Febrero de 2021
Última modificación: 23 de Febrero de 2021
Josep Lluís Matalí Costa

Josep Lluís Matalí Costa

Jefe de Sección de Psicología y Consultas Externas. Unidad de Conductas Adictivas
Hospital Sant Joan de Déu Barcelona
Elena Flores Márquez

Elena Flores Márquez

Psicóloga clínica. Unidad de Conductas Adictivas del Adolescente. Área de Salud Mental
Hospital Sant Joan de Déu Barcelona