www.som360.org/es
Artículo

El tratamiento de la ansiedad y la depresión en jóvenes en riesgo de psicosis

Protocolo unificado para mejorar la regulación de las emociones intensas que generan malestar
Trini Peláez

Trini Peláez Martínez

Psicóloga. Programa de intervención precoz en psicosis. CSMA Ripollet
Parc Sanitari Sant Joan de Déu
Jorge Osma, Universidad de Zaragoza

Dr. Jorge Osma López

Profesor titular en el departamento de Psicología y Sociología.
Universidad de Zaragoza
Chica escuchando música con auriculares

Resumen

El estado mental de alto riesgo para la psicosis (EMAR) afecta a jóvenes que están en riesgo de desarrollar trastornos psicóticos. Se estima que un 25% de personas con EMAR pueden desarrollar un trastorno psicótico en tres años, y un 80% presentan también otros trastornos mentales. Para su manejo, se realiza una valoración inicial en atención primaria, seguida de posible derivación a especialistas en salud mental para un tratamiento que frecuentemente incluye psicoterapia y psicofármacos. Entre los tratamientos psicológicos eficaces para EMAR y trastornos emocionales asociados, se encuentra el Protocolo unificado para el tratamiento transdiagnóstico de los trastornos emocionales (PU), que enseña regulación emocional y que ha mostrado eficacia tanto individual como grupalmente.
Leer másmenos

Un estado mental de alto riesgo para la psicosis (EMAR) es una condición en la que una persona puede manifestar síntomas, comportamientos o indicadores que sugieren una alta probabilidad de desarrollar un trastorno psicótico a corto plazo. Por ejemplo, la persona puede sentirse observada o vigilada cuando va por la calle, puede tener la sensación de que la gente se ríe o habla de ella o que sus pensamientos pueden ser escuchados por otras personas. También puede escuchar sonidos, murmullos o voces, u oler o ver cosas que otras personas no perciben. 

Habitualmente, se trata de experiencias psicóticas que no alcanzan la intensidad, frecuencia o duración suficiente para diagnosticar un trastorno psicótico. No se trata de una categoría diagnóstica por sí misma, un EMAR hace referencia a un estado transitorio de riesgo para la persona que puede tener una duración de hasta cinco años. 

EMARS

Detectar y prevenir el riesgo de desarrollar un trastorno psicótico

¿Cómo puede evolucionar un EMAR?

Se estima que un 25% de las personas que cumplen criterios de EMAR desarrollarán un trastorno psicótico completo en un periodo de tiempo de hasta tres años (Salazar de Pablo et al., 2021). Además de las probabilidades de desarrollar un primer episodio psicótico, alrededor de un 80% de las personas con EMAR suelen presentar otros trastornos no-psicóticos asociados como la depresión, el uso de sustancias o los trastornos de ansiedad (Spitery-Staines et al., 2024). Más allá de la psicosis, casi la mitad de las personas con EMAR pueden mantener los síntomas psicóticos atenuados a medio plazo (Salazar de Pablo et al., 2021). Uno de los objetivos desde los dispositivos de salud es ofrecer tratamientos eficaces y basados en la evidencia científica a personas que están en riesgo de desarrollar trastornos mentales que pueden llegar a cronificarse. 

¿Cómo se diagnostica un estado mental de alto riesgo para la psicosis?

Si la persona presenta estas experiencias y, además, están asociados a un nivel elevado de malestar, debe pedir ayuda. Inicialmente, puede acudir al centro de atención primaria y solicitar una visita con medicina de familia. Allí se realizará una valoración y se decidirá si es necesario hacer una derivación a un equipo comunitario de salud mental. Un especialista en salud mental realizará una exploración de los síntomas y decidirá de manera conjunta con la persona los pasos a seguir. En estos casos, el tratamiento de elección es el tratamiento psicológico y el tratamiento con psicofármacos que ayuden a aliviar los síntomas. 

Un 80% de las personas que cumplen criterios de EMAR presentan otros trastornos asociados como la depresión, el uso de sustancias o los trastornos de ansiedad.

Los trastornos mentales en jóvenes no aparecen de un día para otro, sino que suelen desarrollarse de manera progresiva. Al principio, suelen aparecer síntomas leves y variados (de ansiedad, del estado de ánimo, de consumo de sustancias o psicóticos), que pueden ir aumentando en intensidad, frecuencia y duración hasta convertirse en trastornos crónicos (McGorry et al., 2018).

Regulación emocional

La autoregulación emocional en los trastornos psicóticos

Un único tratamiento psicológico para distintos trastornos asociados 

Actualmente, tenemos la posibilidad de utilizar un único tratamiento para personas que tengan más de un trastorno o diferentes síntomas emocionales como EMAR, depresión y trastornos de ansiedad, entre otros. El Protocolo unificado para el tratamiento transdiagnóstico de los trastornos emocionales (Barlow et al., 2011) (PU, en adelante) ha demostrado su eficacia en diferentes trastornos como la ansiedad y la depresión, entre otros, tanto en formato individual (Eustis et al., 2020) como grupal (Peris Baquero et al., 2023), y está siendo implementados en dispositivos públicos de salud en España. 

Podemos utilizar un único tratamiento para personas que tengan más de un trastorno o diferentes síntomas emocionales como EMAR, depresión y trastornos de ansiedad.

El objetivo principal del PU consiste en enseñar estrategias para mejorar la regulación de las emociones intensas que generan malestar, como la ansiedad, la tristeza, la culpa o la vergüenza, entre otras. Estas emociones intensas están presentes tanto en los trastornos emocionales como en los psicóticos. 

El PU, pues, es una intervención psicológica cognitivo-conductual que consiste en dotar a la persona de herramientas para regular las emociones intensas que le generan malestar y que la apartan de sus objetivos. ¿Cómo?

  • Primero, se explica la función adaptativa de las emociones y se identifican sus componentes (pensamientos, sensaciones físicas y conductas).
  • Posteriormente, la persona aprende nuevas habilidades para tolerar y responder adaptativamente las emociones intensas, tanto si se trata de tristeza, miedo, ansiedad, rabia, vergüenza, culpa o alegría.
  • Por último, la persona, con el apoyo de las terapeutas, se va exponiendo gradualmente a las situaciones que le generan malestar a la vez que utiliza las estrategias trabajadas en terapia. 

Se ha demostrado que esta psicoterapia en personas con trastornos emocionales de ansiedad o depresión es igual o más eficaz en comparación con otros tratamientos (Barlow et al., 2017) y que su aplicación grupal es igual de efectiva y sus resultados se mantienen una vez acabada la terapia. En un estudio reciente se encontró que los resultados positivos aún se mantenían a los quince meses después de finalizar la intervención (Peris-Baquero et al., 2023).