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Detección

¿Qué señales de alarma nos pueden indicar que hay un comportamiento adictivo?

Las señales de alarma son cambios que el adolescente va incorporando de forma continua en su día a día y que en un determinado momento pasan de ser poco habituales y justificables, tanto para él como para su entorno, a no serlo. Estos cambios se presentan de manera recurrente y sostenida en el tiempo, y provocan un impacto en las relaciones familiares y sociales, así como en el estado de ánimo de la persona afectada. No hay que confundirlos con actitudes de adolescentes «rebeldes». Algunas de estas señales son: 

  • Patrón de sueño alterado: cambio de hábitos en el dormir y disminución de las horas de sueño para realizar la conducta adictiva. Por ejemplo, se queda conectado por las noches, se acuesta tarde, por la mañana le cuesta mucho levantarse.
  • Patrón del apetito alterado: come rápido y mal para ganar tiempo y puede llegar a saltarse alguna comida.
  • Menos atención por la higiene: deja de seguir las pautas de higiene básica que antes realizaba (cepillarse los dientes, ducharse, cambiarse de ropa).
  • Dejadez en aspectos importantes de su vida, motivado por el aumento del tiempo que ocupan las pantallas.
  • Cambio del estilo de ocio, cambio de intereses, de entorno.
  • Irritabilidad, especialmente cuando no puede realizar la conducta adictiva.
  • Estado de ánimo oscilante, tendencia a la tristeza, se muestra poco comunicativo, encerrado en su mundo, le molesta que le preguntes cosas sobre su día a día.
  • Rendimiento académico alterado: absentismo, incremento de las notificaciones de actitud poco colaboradora o reprobatoria, aumento de los suspensos y las expulsiones de clase.
  • Demanda de productos y aplicaciones, incluso llegando a realizar hurtos para costearlos.