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Adicción a las nuevas tecnologías

¿Hay adolescentes que tienen más riesgo de desarrollar una adicción?

La adolescencia es una etapa de desarrollo durante la cual la persona puede ser especialmente vulnerable a tener conductas de riesgo, y una de ellas puede ser el uso problemático o la adicción a las pantallas. Conductas que se resolverán de manera más o menos adecuada dependiendo de diversos factores. Algunos de los aspectos que influyen en esta mayor vulnerabilidad para desarrollar un uso problemático o una adicción a las pantallas son:

Las propias características evolutivas: etapa de construcción  de la identidad, necesidad de experimentación, de estimulación permanente, de gratificación inmediata, dificultad para tolerar el aburrimiento y gestionar las emociones negativas, ampliación de las relaciones sociales, la necesidad de referentes que refuercen sus particularidades…

El desarrollo cerebral: caracterizado por una inmadurez cerebral que comporta una mayor impulsividad, bajo control de la conducta, de la planificación y de la toma de decisiones, una baja percepción del riesgo con una “sensación de invulnerabilidad”.

La mayor disponibilidad de uso de las pantallas, que les proporciona innegables ventajas como la autonomía, la comunicación, las relaciones sociales…

La organización del tiempo (actividades extraescolares, por ejemplo).

Los episodios vitales y las oportunidades. 

El desarrollo de la personalidad: existen ciertas características de personalidad o estados emocionales que aumentan la vulnerabilidad psicológica al uso problemático o adicción:

  • La impulsividad.
  • La tendencia a experimentar inquietud, irritabilidad, tristeza.
  • La intolerancia a los estímulos que no causan placer.
  • Las dificultades para afrontar las dificultades cotidianas.
  • La necesidad constante de tener nuevas experiencias y de experimentar nuevas sensaciones (búsqueda de emociones intensas, excitación, desinhibición, gusto por el riesgo).
  • La timidez excesiva, baja autoestima o insatisfacción personal con la vida, sentimientos de soledad.

Estas características coinciden con el desarrollo de la personalidad, y por tanto con la capacidad para desarrollar recursos internos que les permita superar dificultades y problemas.