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CARA A CARA

¿Qué nos puede ayudar a sentirnos mejor cuando tenemos depresión?

Hacer ejercicio, tener unos buenos hábitos alimentarios, participar en actividades de la comunidad, compartir tu experiencia con otras personas y seguir un tratamiento adecuado son factores claves para la recuperación de una persona que tiene una depresión. Pero a menudo, no es fácil mantenerse activo en estas circunstancias. Ignacio y Daniel nos comparten algunas de las estrategias que siguen para conseguirlo.

¿Qué actividades haces que te ayuden a sentirte mejor?

Han ido variando con el paso del tiempo. Los primeros años, con descansar bien y hacer deporte cuatro o cinco veces por semana (fútbol, pádel, correr...) era suficiente. Pero cuando el estrés aumentó, me iba genial salir a la montaña, y también me fue muy bien empezar con las clases de yoga.

Cuando las crisis fueron más intensas, como vivía en el campo con mis padres, cuando me encontraba bien, salía a trabajar la tierra. En esa época me di cuenta que ciertos videojuegos conseguían cortar los pensamientos recurrentes. También me puse estudiar los niveles 1 y 2  de entrenador de fútbol y colaboré con un club modesto. Más tarde, me fui a vivir solo al campo, y empecé a trabajar en el campo (olivos, almendros, higueras, naranjos, y un pequeño jardín). También hice clases de guitarra eléctrica y formé parte de un grupo de covers. Me ofrecieron un perro, que ha sido mi gran compañía hasta ahora. He salido a caminar mucho con amigos, también  he disfrutado de la casa, el buen comer y bonitas escapadas a pequeños pueblos rurales.

Mis pilares actuales para sobrellevar mejor el trastorno son poder formar parte del Centro de rehabilitación e integración social (CRIS) de mi localidad, con todos los servicios que presta, incluido el yoga; estar en el centro excursionista y, sobre todo, la meditación (tanto grupal como en solitario) y la terapia de biodescodificación.

Daniel Vidal
Ignacio Mena

Yo empecé mi recuperación cuando conseguí mantener la abstinencia. La primera estrategia fue apuntar en un papel lo que tenía que hacer durante todo el día, sin cambiar mi rutina. Y lo que hacía era empezar el día sobre 8:30 horas e ir al gimnasio, donde practicaba taekwondo. También iba cada día al CASD (centro de atención y seguimiento de las adicciones) de Igualada para participar en las terapias grupales con la trabajadora social y los terapeutas, cuyas explicaciones intentaba poner en práctica cada día. Por aquel entonces yo hacía la carrera de Derecho en la UNED y, siguiendo mi rutina diaria, iba a estudiar a la biblioteca, hasta que llegaba la hora de la clase de artes marciales de la tarde. Así que, cuando me daba cuenta, ya había pasado el día y me iba a la cama a dormir satisfecho, con la sensación de haber hecho un buen trabajo.

Con el tiempo, el CASD nos cedió un local y montamos un grupo de ayuda mutua (GAM) en el que nos reunimos varias personas con patologías diferentes, y esto fue de gran ayuda para muchas personas con problemas con el alcohol, pero también me ayudó en mi recuperación la satisfacción de estar haciendo algo tan positivo.

¿Qué estrategias utilizas para autoconvencerte y «obligarte» a salir de casa, a relacionarte, a estar activo, aunque a veces no tengas ganas?

Buscarme algún tipo de compromiso, pero que tenga algo que me guste mucho, por ejemplo, ensayar con el grupo de música o quedar los domingos para caminar con el centro excursionista.

También me funcionan los pequeños premios, como permitirme comer algo dulce o jugar algo más de tiempo a un juego, si he hecho el esfuerzo de socializar aún no teniendo ganas.

El hecho de poder ir al CRIS y  llevar un horario también me ha ayudado  a  salir de casa

Daniel Vidal
Ignacio Mena

Lo más importante es intentar estar contento con lo que haces. En mi caso, me levanto a las 7 de la mañana y ya bajo al gimnasio que tengo montado en mi garaje y hago bicicleta, pesas, estiramientos… Después desayuno con mi mujer y ya me activo a hacer las cosas que debo hacer. Algo que me gusta es ir a comprar, y disfruto mucho comparando precios en los supermercados, y cuando veo que me he ahorrado dinero me siento satisfecho conmigo mismo. Una suerte que tengo es que trabajo en algo que me gusta y me encanta compartir conversaciones con mis compañeros... Y estoy satisfecho cuando vuelvo a mi casa, porque sé que he hecho un buen trabajo. Es decir, si no hiciera todo esto, no podría autoconvencerme y obligarme a salir de casa, a relacionarme y a estar activo durante el día. Pero esto conlleva una lucha continua y diaria, en la que el gimnasio de primera hora me ayuda a activarme.

¿Crees que la alimentación es un factor importante también en la recuperación? ¿Has cambiado los hábitos alimentarios? ¿Cómo?

La alimentación es fundamental, e influye muchísimo en el nivel de energía que tenemos, y, evidentemente, a menor nivel de energía, mayor probabilidad de que un evento externo nos afecte, incluso nos provoque una crisis.

Al final, no se trata de hacer dieta, se trata de un cambio radical en la forma de alimentarse. Hay que entender que ciertos alimentos provocan la inflamación del cerebro, y la eliminación de estos alimentos en nuestra dieta, nos va a reportar beneficios a corto plazo. En  mi caso intento eliminar los productos que contengan gluten, reducir los hidratos de carbono y azúcares, y sustituirlos por proteínas.

Daniel Vidal
Ignacio Mena

Sí, creo que la alimentación es un factor importante en la recuperación. Al principio no la tenía muy en cuenta, pero a medida que fui cambiando los hábitos y perdiendo peso, me fui encontrando mejor conmigo mismo y eso hacía que llevara mejor mi tratamiento. Entre los hábitos alimentarios que he cambiado, está el rebajar la cantidad de pan, comer de manera equilibrada y beber mucha agua. Es importante mantenerse constante, controlar el peso y seguir mi rutina diaria de deporte.

A veces somos nosotros mismos los que nos «boicoteamos» cuando sentimos una mejoría importante. ¿Te ha pasado alguna vez? ¿Qué has hecho para superarlo?

Constantemente, siempre tenemos el ego preparado para desmontar aquello que hemos trabajado en nosotros durante mucho tiempo, y muchas veces consigue que nos comportemos de manera perjudicial para nuestros intereses. Lo peor es que todo ocurre inconscientemente.

Llevo más de veinte años con diferentes terapias, especialmente psicoanalisis, y ahora con terapia cognitiva-conductual y biodescodificación, en las que trabajo para que mi conducta (influenciada por el ego) vaya a mi favor. Lo que ves claramente es que muchas veces nosotros somos pirómanos en vez de bomberos.

Algunos pequeños trucos que a mi me han funcionado son escuchar hasta el final lo que la otra persona tenga que decir; no juzgar, criticar ni aconsejar; contar la experiencia propia puede ayudar, pero es la otra persona la que decide tomar o no la ayuda; y, por último, la que más me está ayudando es dejar que todo fluya, lo que es para mí vendrá y lo que no, pasará de largo.

Daniel Vidal
Ignacio Mena

Sí, alguna vez me ha pasado, porque piensas que ya estás bien y te vienes arriba, pero tienes que tener claro que tienes un trastorno y qué debes aprender a vivir con él. Como me dijo una vez un psiquiatra, la hierba siempre saldrá y hay que controlarla. Es como cuando te entran ganas de beber alcohol y te paras un momento y dices «¿qué gano bebiendo y qué pierdo?»; una balanza emocional que debes aplicar para mantener la estabilidad y vivir el día a día.

 

¿Sigues de manera regular un tratamiento? ¿Crees que es importante seguir las indicaciones de los profesionales de la salud?

Cada día soy más ordenado a la hora de seguir el tratamiento, y eso me ha reportado mejoras en la calidad de vida, como poder conducir, hacer deporte y mejorar la calidad del descanso.

He tenido épocas que no he sido así, y las consecuencias han sido diversas, como mareos, visión borrosa, visión doble, bajadas de tensión, escalofríos, ansiedad, ataques de pánico, etc., con lo que todo esto representa para la calidad de vida.

Es importantísimo seguir las indicaciones de lo profesionales de la salud, como lo es que seamos capaces de transmitirles todo lo que nos está pasando, para que puedan ajustar la medicación lo mejor posible; es igual de importante que, una vez que haya pasado la fase depresiva, replantear con los profesionales la retirada pautada de la medicación, porque si la mantenemos y viene otra crisis, nos la tendrán que aumentar.

 

Daniel Vidal
Ignacio Mena

Sí, sigo un tratamiento diario que me han indicado los profesionales de la salud, psicólogos, psiquiatras y trabajadores sociales, y creo que es fundamental seguir estas indicaciones para poder recuperarte. En mi caso, tomo la medicación que me han indicado y que me ayuda a mantener la estabilidad. Creo que es importante no dejar la medicación cuando piensas que estás bien, porque es la persona especialista la que debe decirte cuándo bajarla.

Las terapias grupales y los GAM virtuales son fundamentales para mí. Todos los medios que te ayuden en tu recuperación son válidos, sobre todo en el caso de las adicciones. También es interesante contar con un psicólogo a quien poder explicar tus inquietudes y malestar por algunas cosas cotidianas o problemas familiares que en un momento dado te puedan llevar a empeorar. Tener una persona profesional a tu lado que te pueda ayudar es importante.

A nivel personal, creo que también he mejorado gracias a mi esfuerzo, a mis compañeros de los grupos de ayuda mutua y a la ayuda de los profesionales. Y continúo aún en el proceso de recuperación para sentirme estable.

¿Te has encontrado con alguna situación en la que te has sentido estigmatizado por tener un trastorno depresivo? ¿Cómo te ha afectado y cómo has actuado?

Si muchas. Lo más doloroso es el autoestigma, que provoca que no aceptes tu situación, y retrasa y agrava el tratamiento del trastorno.

El estigma que más te condiciona la vida es el que se produce en el ámbito laboral, desde despidos improcedentes estando de baja, hasta la no incorporación a una empresa por pedir informes a la anterior, pasando por estar cuatro años trabajando como ingeniero, pero con contrato de administrativo en un par de ETT, por ejemplo. Todo esto con el miedo en el cuerpo por si venía una crisis, cómo iban a reaccionar. El único periodo de paz laboral que tuve fue trabajando de autónomo.

En los amigos y las parejas también lo he notado; hay mucha gente que ha salido de mi vida porque no entendían o no aceptaban, y la que ha entrado ha sido para sumar. Una vez más, lo que tenga que ser para mí, permanecerá, y lo que no, marchará. Se podría aplicar la frase «A enemigo que huye, puente de plata», no quiero decir que haya enemigos, pero sí estigma y, sobre todo, mucha falta de formación.

Daniel Vidal
Ignacio Mena

Sí, me he sentido estigmatizado algunas veces, y me ha afectado, pero he actuado igual, siguiendo con mis rutinas que me satisfacen, sin darle más importancia que la que tiene. Sobre todo, intento siempre seguir mirando hacia delante.  

Este contenido no sustituye la labor de los equipos profesionales de la salud. Si piensas que necesitas ayuda, consulta con tu profesional de referencia.
Publicación: 24 de Enero de 2024
Última modificación: 26 de Febrero de 2024