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Los principales retos en el diagnóstico del TDAH

La necesidad de ofrecer un diagnóstico precoz, adecuado, de calidad y universal
José Ángel Alda Díez
Dr. José Ángel Alda Díez
Doctor en Medicina y Cirugía. Psiquiatria infantil y juvenil. Coordinador de la unidad de TDAH
Hospital Sant Joan de Déu Barcelona

El trastorno por déficit de atención e hiperactividad (TDAH) es uno de los trastornos del neurodesarrollo que con más frecuencia atendemos en las consultas de salud mental infantil y juvenil. Los problemas aparecen antes de los 12 años y se caracterizan por dos síntomas nucleares: la falta de atención y la hiperactividad e impulsividad, que se observan en dos o más ambientes (casa, escuela, etc). La hiperactividad/impulsividad suele ser evidente, pero la falta de atención puede pasar desapercibida durante años y su identificación temprana es un reto.

La Guía de práctica clínica sobre el trastorno por déficit de atención con hiperactividad (TDAH) en niños y adolescentes, publicada en 2010, revisó entonces la evidencia disponible hasta la fecha. La Guía recoge recomendaciones para profesionales sobre el diagnóstico y el tratamiento del TDAH, un problema de salud con una alta prevalencia, pero para el que la identificación y el manejo eran muy dispares, en función del código postal de la persona atendida. Así, como refleja el artículo TDAH en atención primaria: prevalencia y derivación a atención especializada (Vázquez et al.), en función del centro de primaria, la derivación de los casos atendidos por presentar un TDAH a la especializada varía desde el 44% al 0%.

En estos años, se ha mejorado mucho la atención y el tratamiento de las personas que presentan un TDAH en España, pero seguimos teniendo retos por delante.

Principales retos en el diagnóstico

Un diagnóstico precoz, adecuado, de calidad y universal

El primero es poder realizar un diagnóstico precoz, adecuado, de calidad y universal en todo el territorio. Como en todos los trastornos, la identificación temprana y el inicio del tratamiento de forma correcta evitarán complicaciones futuras, como son el abandono precoz de los estudios, el bajo nivel educativo en relación con las capacidades cognitivas y una mayor frecuencia de accidentes, de consumo de tóxicos, de enfermedades de transmisión sexual y de embarazos no deseados (NICE, 2018). Sin embargo, no disponemos en estos momentos de marcadores de diagnóstico y pronóstico, y dependerá de la experiencia del profesional sanitario que atiende a la persona, que sea capaz de identificar el TDAH, pero, sobre todo, las comorbilidades presentes en hasta el 85% de los casos (Jensen et al, 2001).

No existen marcadores de diagnóstico y pronóstico, y dependerá de la experiencia de la persona profesional que sea capaz de identificar el TDAH o no

Poner énfasis en los grupos más vulnerables y en las personas adultas

Debemos poner un especial énfasis en identificar a los grupos más vulnerables: prematuros, mujeres, personas con traumas diversos y personas institucionalizadas (NICE, 2018). Y no podemos olvidarnos de las personas adultas, que a menudo son diagnosticadas en la red infantil y juvenil, pero que al pasar a la atención adulta se les suele negar la existencia del trastorno y se les impide acceder a los tratamientos disponibles que hasta los 18 años les habían funcionado. La administración debe entender que estamos ante una patología crónica cuya presentación y necesidades de tratamiento varían en función de la edad de la persona y de los trastornos asociados que presenta, y que se debe garantizar una continuidad de cuidados que hoy por hoy no se produce.

Disponer de tratamientos eficaces y bien tolerados

Otro de los grandes retos es disponer de tratamientos eficaces y bien tolerados, que minimicen los abandonos o la toma errática del fármaco por efectos indeseables. Es importante dar información veraz y de calidad a la persona y a su familia sobre los diversos tratamientos farmacológicos y no farmacológicos, que incluya los efectos secundarios y su manejo más adecuado.

Uno de los retos es disponer de tratamientos eficaces que minimicen los abandonos por los efectos secundarios 

Tener profesionales especializados para el diagnóstico

También existe un problema con relación a quién debería realizar el diagnóstico y el seguimiento de las personas atendidas. Vivimos una escasez de profesionales de la sanidad, como ha dejado de manifiesto la pandemia de la COVID-19, que, según las previsiones, se verá agravada en los próximos años. En el mundo ideal, el diagnóstico podría hacerse en unidades especializadas en la infancia y la adolescencia, y el seguimiento de los casos no complicados se podría llevar a cabo en la atención primaria y a través de los equipos de orientación escolares; y la atención especializada sólo trataría los casos más graves, con comorbilidades, mala respuesta al tratamiento o con una alta vulnerabilidad. Así, obtendríamos una adecuada tasa de diagnóstico, evitando el infra o sobrediagnóstico, y evitaríamos que en nuestra atención primaria la tasa de prevalencia de TDAH sea inferior a la de los países de nuestro entorno (Vázquez et al.). Por mi experiencia, creo que no llegamos a identificar a todas las personas con TDAH, y algunos casos de niñas inatentas nos llegan muy tarde, pero también nos encontramos con personas que no cumplirían criterios de TDAH y que, sin embargo, están recibiendo tratamiento psicoestimulante.

Tratar el TDAH es relativamente fácil, pero tratarlo bien es bastante más difícil y requiere de la participación de diversos agentes, lo que implica un mayor esfuerzo por parte de todos. En los últimos años se ha avanzado mucho en el tratamiento integral del TDAH, pero queda camino por recorrer.

Este contenido no sustituye la labor de los equipos profesionales de la salud. Si piensas que necesitas ayuda, consulta con tu profesional de referencia.
Publicación: 28 de Febrero de 2024
Última modificación: 29 de Febrero de 2024
José Ángel Alda Díez

Dr. José Ángel Alda Díez

Doctor en Medicina y Cirugía. Psiquiatria infantil y juvenil. Coordinador de la unidad de TDAH
Hospital Sant Joan de Déu Barcelona
Bibliografía
Grupo de trabajo de la GPC (2010). Guía de práctica clínica sobre el trastorno por déficit de atención con hiperactividad (TDAH) en niños y adolescentes. Barcelona: Ministerio de Ciencia e Innovación.
Jensen, P.S. , Hinshaw, S.P. , Kraemer, H.C. , Lenora, N. , Newcorn, J. H. , Abikoff, H. , March, J. , Arnold, L. , Cantwell, D. , Conners, C. , Elliott, G. , Greenhill, L. , Hechtman, L. , Hoza, B , Pelham, W. , Severe, J. , Swanson, J. , Wells, K. , Wigal, T. & Vitiello, B. (2001). ADHD comorbidity findings from the MTA study: comparing comorbid subgroups. J Am Acad Child Adolesc Psychiatry , 40(2) , 147-58. https://doi.org/10.1097/00004583-200102000-00009
National Institute for Health and Care Excellence [NICE] (2018). Attention deficit hyperactivity disorder (update) [D] Evidence review for safety of pharmacological treatment (NG87). National Institute for Health and Care Excellence/National Guideline Centre
Vázquez Sánchez, M. , Castejón Ramírez, S. , Alcón Grases, M. , Pitarch Roca, E. , Fernández Lozano, C. & López Campos, M. (2022). TDAH en atención primaria: prevalencia y derivación a atención especializada. . Revista de Psiquiatría Infanto-Juvenil, , 39(1) , 3-9. https://doi.org/10.31766/revpsij.v39n1a2