Liderazgo femenino en tiempo de pandemia






La pandemia de la COVID-19 ha hecho visible el papel de las mujeres en la primera línea de la crisis, como trabajadoras de la salud, cuidadoras, innovadoras y organizadoras comunitarias. Han contribuido de manera directa en la lucha contra la pandemia y al mismo tiempo se han enfrentado a nuevos obstáculos que, sumados a los que ya existían antes, dificultan su participación y liderazgo. Como recoge la ONU Mujeres: «en todo el mundo, las mujeres se enfrentan a un aumento de la violencia doméstica, a tareas de cuidados no remunerados, al desempleo y a la pobreza».
Las dimensiones sanitaria, social y económica de la pandemia han impactado en sobremanera en las mujeres, y han afectado de manera diferente a mujeres y hombres. Las mujeres representan el 70% del personal sanitario, y también son mayoría en servicios esenciales (como la hostelería y los servicios de limpieza hospitalaria y de residencias), que han sido los sectores con una mayor sobrecarga. Por otro lado, siguen siendo las mujeres quienes centralizan las tareas de cuidado doméstico y de personas dependientes, con la carga mental que se deriva de ello y las dificultades de conciliación que se han vivido en algunos momentos como, por ejemplo, durante el cierre de los centros escolares. La crisis económica también pone contra las cuerdas a muchas mujeres, ya que sufrían una mayor precariedad laboral antes de la pandemia. Si a ello sumamos la elevada feminización de los sectores económicos más afectados (turismo, comercio y hostelería), ahora tienen mayores dificultades para afrontar una nueva crisis.
También durante la pandemia ha aumentado el riesgo de violencia machista, derivada de la situación de confinamiento, y también el de otros tipos de violencia contra las mujeres.
La salud mental de muchas personas se ha visto afectada por el aislamiento social, el miedo al contagio, la inestabilidad financiera, la incertidumbre, los duelos, y ha supuesto un notable aumento de la prevalencia de trastornos como la ansiedad (cerca del 33%) y la depresión (28%). En general, son más mujeres que hombres las afectadas por estos trastornos, por lo que la crisis de la COVID-19 está también minando su salud mental.
Por todo ello, son muchas las voces de líderes mujeres que piden medidas de afrontamiento de la pandemia y de sostén para la ciudadanía en clave de género.
Distintas mujeres nos darán su testimonio y nos hablarán de su experiencia en la pandemia en clave de perspectiva de género. Lo harán desde su participación en los ámbitos sanitario y científico, político, los cuidados y atención en salud mental y el liderazgo social y comunitario.
Si eres profesional del sector social y de la salud, si te interesa la sociología y la antropología y, en general, si te interesa el tema de la perspectiva de género.