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Escuela

¿Cómo podemos promover un ambiente en el aula que facilite el aprendizaje del alumnado con TDAH?

Se trata de cuidar el espacio de aprendizaje, tanto dentro como fuera del aula, con el objetivo de incrementar el compromiso y la implicación del alumnado en las actividades. Algunas recomendaciones son:

  • Minimizar las distracciones: procura que el aula sea un espacio con pocas distracciones y pocos estímulos.
  • Distribuir al alumnado estratégicamente: sitúa al niño o niña con TDAH en un lugar tranquilo, cerca del docente, y en un grupo de trabajo o junto a niños tranquilos. 
  • Establecer unas normas claras: hay que establecer unas normas y unos límites claros desde el primer día, puesto que aportan seguridad y coherencia tanto al equipo educativo como al alumnado. Las normas se pueden acordar con todo el grupo clase, tienen que estar visibles en todo momento y se tienen que hacer valer. Es decir, las consecuencias de las acciones tienen que estar fijadas con antelación, tienen que ser proporcionadas a la actuación y se tienen que ejecutar con inmediatez y en todas las situaciones. Para ello, es importante la coordinación y la implicación de todos los miembros del equipo educativo. 
  • Anticiparse a los cambios o a las novedades: la anticipación de los cambios en la rutina y de las estrategias para afrontarlos es beneficiosa para todo el alumnado, pero especialmente para los niños con TDAH.  
  • Priorizar el reforzamiento positivo y evitar el castigo: el reforzamiento y los elogios, sinceros y proactivos, son una herramienta efectiva para promover el comportamiento adecuado y el aprendizaje. Los castigos o las reprimendas, sobre todo si son frecuentes, no les ayudan a saber cómo tienen que actuar, los estigmatizan y, a menudo, les privan de aquellas actividades que les ayudan a regular su conducta (de juego o movimiento), y generan, todavía más, sentimientos de frustración y rabia. 
  • Promover un entorno positivo: dedicar tiempo al diálogo, a la validación de las emociones y a la cooperación es fundamental para cuidar el clima del aula. Si hay muchos conflictos, se puede dedicar un espacio a la restauración, a la mediación o al diálogo.