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Nadia López Chapero, autora del libro «La chica que superó la anorexia»

«Mi madre y mi hermana han sido un gran apoyo para mí»

Nadia López Chapero

Mi abuela era un gran referente en mi vida. Su presencia era luz y alegría para mí. Su inesperada (o al menos para mí) muerte fue un cambio muy duro en mi vida que no supe afrontar. Como consecuencia, todo se volvió negro.

Un día, de repente, apareció en mi cabeza una voz diciéndome que, si hacía lo que ella decía, me ayudaría y me haría feliz de nuevo. Yo, desgraciadamente, le creí.

Esa pequeña voz controlaba lo que hacía, decía, comía. Controlaba todos los aspectos de mi vida: mis amistades, la ropa que me ponía… Esa voz, a la que tras descubrirlo comencé a llamar Ana, era la anorexia. 

Durante meses, me perdí todo tipo de excursiones, viajes, quedadas e incluso amigos. Estaba constantemente aislada en mis pensamientos. Perdí la relación con mi familia. Me sentía sola y apagada.

Durante el progreso de mi trastorno, me di cuenta que necesitas que te acompañen y te ayuden. Mi madre y mi hermana fueron un gran apoyo para mí, es más, en el libro que he escrito hay dos capítulos donde les hago algunas preguntas para que expliquen ellas también su visión de este trastorno. Sin embargo, mucha gente no comprendía qué era ni por qué desaparecí un día del instituto y ya no volví nunca más.

Aunque pensaba que nunca me iba a entender, decidí hablar con mi madre de cómo me sentía y lo que me pasaba. Fue muy difícil, tanto para ella como para mí, pero fue de las mejores decisiones que he tomado en mi vida. Comenzamos un proceso de recuperación, sin embargo, acabamos optando por acudir a los profesionales.

Finalmente, a pesar de estar yendo al psicólogo por 3 meses, tuve que ingresar en el hospital. Estuve durante un mes, ingresada junto a mi madre (fue un ingreso con unas condiciones especiales, pues estaba en la planta de pediatría). Ese ingreso cambió mi vida, a mejor. Me dio la oportunidad de volver a vivir. Y aunque fue muy duro, doy las gracias por haber estado allí. Tuve mucho miedo, pero me ayudó a darme cuenta de que vale la pena vivir y disfrutar. Que cada momento malo tiene tres buenos por llegar.

Si bien es cierto, la vuelta a la realidad tras la hospitalización fue compleja. Yo no recordaba nada de los últimos tres meses y había olvidado muchas cosas del resto de mi vida. Volver a enfrentarme al mundo real tras un mes aislada fue difícil. Pero tenía las herramientas necesarias para enfrentarme a todo, y, además, tenía el apoyo de mi madre y hermana.

Recuperar su confianza y volver a expresarles mis sentimientos y pensamientos me ayudó mucho al volver al mundo real. El apoyo, para mí, ha sido y es indispensable para superar este trastorno. 

Ahora, puedo decir feliz que soy mucho más que lo que esa voz decía en mi cabeza. Y para todos aquellos que estéis pasando por esto, ya sea porque tenéis un TCA o porque sois personas cuidadoras, ¡mucha fuerza y mucho ánimo! Se puede salir de un TCA.

Este contenido no sustituye la labor de los equipos profesionales de la salud. Si piensas que necesitas ayuda, consulta con tu profesional de referencia.
Publicación: 27 de Febrero de 2023
Última modificación: 7 de Noviembre de 2023

Nadia López Chapero ha volcado en su libro La chica que superó la anorexia (Editorial Círculo Rojo), su experiencia con la anorexia y su proceso de recuperación. Un proyecto que nació como un diario hasta que se dio cuenta de que quizás su testimonio podía ayudar tanto a personas que pasan por un TCA y sus familias, como a los equipos profesionales que trabajan en torno a los trastornos de la conducta alimentaria. Actualmente, Nadia está cursando un doble bachillerato, internacional y LOMCE, y sueña con estudiar ciencias políticas y relaciones internacionales.